
La importancia del propósito
Este es un episodio tanto para el que tenga proyecto como el que no esté emprendiendo. Este es un episodio para todo el mundo que esté dispuesto a escuchar sobre la importancia del propósito.
Propósito. Es la palabra de moda de los 3 primeros días del año. Luego vienen los Reyes, las rebajas y San Valentín y ya nos olvidamos…
Hasta que llega diciembre y nos proponemos que: este año sí que sí.
No dejo el gimnasio
Le meto caña a mi proyecto
Me cuido la dieta
Hago ese viaje pendiente
Este año…
¿Qué propósitos son los que te pones?
¿Por qué esos propósitos?
¿Sabrías definir la palabra propósito?
En la vida es muy útil saber qué hacer y encontrar un proyecto que llevar a cabo. Por eso, tener un propósito nos sirve para ordenar nuestra vida y darle significado, guiando nuestras acciones y permitiéndonos proyectar el resto de la vida.
¿Cuántas veces te has preguntado a qué he venido yo a esta vida?
La respuesta es muy sencilla.
A vivirla. Y no has venido solo a hacer una cosa.
No has venido a sacarte unas oposiciones para dejar de memorizar, que eso no es estudiar, a estar 35 años en el mismo sitio haciendo… cada vez menos. Porque total, no me van a despedir. ¿Qué estamos fomentando con eso? ¿Estancamiento? La cultura de la queja por no querer mover el culo más que el de al lado. No vaya a ser que yo gane menos por moverme más.
¿Qué pasaría si se fomentase el crecimiento? ¿La motivación?
El motivo por el que pasar a la acción. No existiría tiempo de aburrirnos. No existiría la queja absurda y cada uno se haría más consciente de su responsabilidad individual, saliendo del victimismo, de la acusación o del afán de estar salvando a los demás.
El propósito de una vida es necesario para sentir que podemos dejar algo y aportar con nuestra forma de ser a mejorar la vida.
Somos seres que tenemos la capacidad de crear y con ello entonces podemos hacernos dueños, apropiarnos de nuestro destino, nuestro camino.
El poder tener un propósito en nuestra vida no es fácil, ya que, por norma general, vivimos encerrados en la rueda de la rata, obligaciones que no elegimos, sino que nos son impuestas por el simple hecho de vivir en una sociedad con otras personas.
Pregunta sencilla. ¿Por qué usas WhatsApp? Porque la mayoría, si no es la totalidad, de tu círculo social está ahí. Y es una forma «gratuita» de comunicarte con ell@s. ¿No?
Una vez un gran amigo me dijo; Si no pagas por un producto, tú eres el producto.
Cada uno de nosotros tiene la posibilidad y la capacidad para transformar esa energía en una energía creativa que nos dé significado y nos llene de vida y crecimiento.
El propósito que podamos tener puede ser muy particular y relacionarse con cuestiones emocionales o personales (como por ejemplo, formar una familia), laborales (como por ejemplo, encontrar un mejor trabajo o un proyecto de emprendimiento personal), etc.
Para la psicología encontrar un propósito en nuestras vidas es lo que nos permite dejar atrás los traumas.
Uno de los aspectos más importantes de poder tener un objetivo en la vida es que eso es lo que nos ayuda muchas veces a salir adelante y dejar atrás dolores, traumas o situaciones complejas.
Es decir, dejamos de aburrirnos.
Incluso es la fuerza que nos obliga a seguir adelante y no decaer o no sentirnos vacíos.
Es común que la gente que sufre de depresión se encuentre sin objetivos o intenciones claras para su vida y por eso se siente más vacía o confusa. Esperando que una luz les diga qué hacer o dónde ir.
¿Cuál es mi lugar en el mundo?
Repito. El que tú decidas que sea el tiempo que tú decidas. Puedes cambiar siempre que ya no te llene algo. Eso es crecer. Eso es vivir. Y tú, como todos, somos LIBRES de decidir cómo vivir.
Para los especialistas en el área de la salud mental, cuando una persona tiene un propósito, su vida se llena de sentimientos positivos, ya que en gran parte la energía se canaliza a lograr ese objetivo y entonces se pueden dejar de lado distracciones, incertidumbres, miedos, etc. Así, un propósito por ejemplo corporal como cuidar el cuerpo o entrenar más nos sirve, además de para lograr ese objetivo específico, abocarnos a una tarea y poner en eso nuestro esfuerzo y nuestra confianza.
¿Qué pasa si no empiezo a trabajar en mi propósito de vida?
Seguirás con la falta de motivación para hacer absolutamente nada… Falta de sentido a lo que se hace.
Por ejemplo; Los trabajadores de una fábrica. Es muy difícil encontrar el sentido a algo tan repetitivo.
Al principio, cuando entras a un puesto nuevo tienes todas las ganas de aprender.
Aprender y crecer.
Pero si, pasado un tiempo, ya has adquirido esa habilidad hasta el punto en el que puedes hacerla en piloto automático y con los ojos cerrados… tu mente empieza a darte avisos de…
¿Qué estás haciendo?
¿Cuánto tiempo aquí por cobrar a fin de mes?
¿Para pagar facturas, alquiler, la comida…?
…
¿Alguien se ha parado a pensar si todo lo que tenemos realmente es necesario para vivir, o está impuesto en el estilo de vida de la sociedad que nos rodea?
Aunque ahora te parezca una locura pensarlo, que es normal, se puede vivir sin pagar la luz, se puede vivir sin ir al supermercado a por comida, se puede vivir sin internet, se puede vivir sin el iphone de última generación que te ha costado 2 nóminas.
Vivir es gratis. Lo que no es gratis es el sistema en el que has «decidido» vivir (si es que te has parado a decidirlo en algún momento).
Los trabajadores de puestos repetitivos, como la fábrica de antes, están siendo sustituidos por máquinas. Las máquinas no se cogen la baja, ni rinden cada día a un ritmo diferente. De hecho valoramos más a las máquinas, dándoles un mantenimiento rutinario para evitar que se estropeen antes de tiempo.
La inversión ha sido previa, no es mes a mes como a un empleado. Cómo no le pago al empleado el sueldo de su vida, no me comprometo con su mantenimiento como me comprometo con el de una máquina.
Ojo con esto…
Se dice desde hace años que las máquinas nos tomarán el relevo en un montón de trabajos.
Ya lleva años sucediendo esto y no va a parar de crecer.
No es algo ni bueno ni malo. Simplemente es evolución.
Las personas que creen y crean en sus propósitos, sientan pasión por lo que hacen, entrenen sus talentos, alimenten su crecimiento personal, potencien su creatividad…
Las personas que no puedan ser sustituidas por una máquina, esas son la que prosperarán.
Mientras que los demás se quedarán dentro de su zona de confort, por miedo a fracasar o a tener éxito, miedo al dolor o a la ruina, miedo a cambiar… Miedo al fin y al cabo.
Ahora dime. Qué te da más miedo, ¿Quedarte o moverte?
¿Vas a cruzar la línea del miedo?
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